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Ahora y No Ahora

equipos liderazgo rodrigo del campo Jun 19, 2020

Rodrigo Del Campo

Una pregunta que aparece, cada vez con mayor frecuencia, cuando hablamos de planificación estratégica o del desarrollo futuro de nuestro negocio, es "¿qué sentido tiene tener metas a 5, 10 ó más años, en un ambiente tan volátil, incierto y cambiante como el que vivimos?"

Por supuesto, es una pregunta legítima y proviene de una motivación entendible. Para qué desperdiciar recursos, tiempo, esfuerzos y energía mental en una tarea que parece, cada día más, imposible. A estas alturas, está claro que nadie puede anticipar con precisión el futuro.

Sin embargo, eso no significa que sea un esfuerzo inútil. Por el contrario, lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta de que los líderes de los negocios y empresas necesitamos vivir en dos tiempos paralelos: Ahora y el Futuro. O, como ha dicho Dean Jackson, Ahora y No Ahora.

Ahora tiene que ver con realismo, con realizar nuestro mayor esfuerzo por entender qué es factible y qué no es factible en los próximos 60 a 90 días, a partir de las condiciones del entorno y las capacidades con que contamos y luego tomar las decisiones necesarias para guiar a nuestra organización en base a ese entendimiento.

Por supuesto, no podemos saber exactamente qué va a suceder, pero sí podemos usar nuestro conocimiento, experiencia e intuición para realizar nuestra mejor estimación y, en base a ella, establecer las prioridades con respecto a dónde y cómo vamos a enfocar nuestros esfuerzos y aplicar los recursos, siempre escasos, que tenemos a nuestra disposición.

En términos de la ejecución de las acciones y la operación de nuestros negocios, los líderes vivimos en un mundo de 90 días recurrentes. Toda la generación de resultados tiene que ver con con qué hacemos o dejamos de hacer en el corto plazo.

Obviamente, esto no implica relajarnos, dado que tenemos 90 días para hacer las cosas y conseguir los resultados. Por el contrario, los equipos gerenciales más exitosos maximizan su impacto trimestral a través de la revisión de indicadores de actividad y corrección de acciones semana tras semana, hasta asegurar que se cumplen o exceden las metas y objetivos.

Por otra parte, mirar hacia el futuro o el "No Ahora" no tiene que ver en absoluto con realismo o con nuestra capacidad para anticipar el futuro, sino con posibilidades, con sueños y aspiraciones.

Pero eso no quiere decir que sea algo sin importancia. Por el contrario, es cada vez más fundamental dedicar tiempo a definir hacia dónde queremos ir, dónde queremos ver a nuestra empresa o nuestro negocio en el largo plazo. No tanto para luego verificar cuál fue nuestra capacidad para anticipar el futuro, sino para darle sentido o enmarcar las decisiones del ahora o el corto plazo.

Dado que son tantas las variables involucradas y tanto lo que puede cambiar, lo más sensato y responsable es definir con claridad la dirección en que queremos dirigirnos, de tal forma que tanto el equipo gerencial como todos los demás colaboradores de la organización utilicen esa definición para guiar sus decisiones y acciones en el día a día.

Cuando un equipo gerencial o de liderazgo es capaz de vivir efectivamente en estos dos mundos. Ahora y No Ahora, la maximización del valor de largo plazo a través de la generación de resultados de corto plazo no solo es factible, sino que es casi inevitable.

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